Retrato de Emilio Barbón

 

EMILIO BARBÓN MARTÍNEZ nació el 26 de mayo de 1930 en El Rebollusu, en la Cuesta de la Pola, Laviana. De familia humilde y aquejado de una parálisis de nacimiento que le afectaba ambas piernas, hubo de hacer un gran sacrificio personal y familiar para imponerse a las dificultades físicas y conseguir una serie de metas que en alguien con una voluntad menos definida hubieran sido imposibles.A pesar de las dificultades de la época, consiguió estudiar, primero el Bachillerato en la Academia Calvo de Sotrondio, y luego la carrera de Derecho en la Universidad de Oviedo, cuyos gastos pudo ir sorteando a base de becas. Si tenemos en cuenta los obstáculos que para cualquiera suponía el desplazamiento de Barredos, donde acabó viviendo con su familia, a Oviedo en una época en la que los viajes en los coches de línea de “El Carbonero”, como en más de una ocasión pudo recordar el propio Emilio, tenían mucho de aventura, pensar que tales desplazamientos hubiera de hacerlos alguien asistido por dos muletas puede quizás dar una idea de su abnegación y tenacidad.Una vez terminada la carrera, su despacho de abogado (primero, en Barredos; y posteriormente en Pola de Laviana) fue el centro de la reconstrucción de las organizaciones socialistas en la zona de Laviana. Emilio Barbón se convirtió pronto en un referente de la resistencia socialista en las cuencas mineras y acabó siendo un notable punto de contacto entre la Comisión Socialista Asturiana en el exterior y los socialistas del interior de Asturias.En 1963 fue Delegado Provincial de la Asociación Nacional de Inválidos Civiles.Durante estos años de clandestinidad en las labores políticas, su disponibilidad para las más distintas acciones y su capacidad de relación con interlocutores de distinto signo le convirtieron en una de las personas más solicitadas de la zona. Sus actividades políticas y sindicales le llevaron a la cárcel gijonesa de El Coto, donde estuvo internado del 20 de octubre al 1 de noviembre de 1967, y a la Dirección General de Seguridad, en plena Puerta del Sol madrileña, a donde fue conducido en 1975, tras una manifestación ante la tumba de Pablo Iglesias en el cementerio civil de Madrid. Pero la actividad de Emilio Barbón no se agotaba en el duro trabajo clandestino ni en las obligaciones propias de su despacho de abogado. Participaba en actividades ciudadanas de todo tipo, destacando su colaboración con distintas comisiones de festejos, en cuyos portfolios dejaba muestras de su hábil pluma, y su faceta de organizador de actos diversos, algunos de los cuales tenían a su vez importante carga política, aunque disfrazada de los escorzos habituales que entonces se usaban para burlar la censura y la carencia de libertad de expresión.
Entre otros cargos de responsabilidad (y durante el perídodo de clandestinidad, desde 1957 que se afilia al PSOE y la UGT, desempeñó los más variados), fue Secretario General de UGT de Asturias entre 1975 y 1977, elegido precisamente en 1975, en el primer congreso que se celebraba en Asturias, aunque en plena clandestinidad, tras la guerra civil.En las elecciones generales de 15 de junio de 1977 fue elegido diputado en las listas del PSOE asturiano y, como tal diputado constituyente, su firma figura al pie del original de la Constitución Española de 1978.Fue Consejero de Relaciones Laborales y Asistencia Social en la legislatura autonómica provisional, de 1982-83, presidida por Rafael Fernández. En 1981, durante el periodo preautonómico, había desempeñado idéntico cargo.En 1989, a propuesta de la Junta General del Principado, fue nombrado Magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias, del que se jubiló por incapacidad permanente por Real Decreto 918/1999, de 21 de mayo.Entre los numerosos galardones y reconocimientos a su trayectoria caben destacar la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, concedida el 31 de julio de 1.998 por el Consejo de Ministros mediante Real Decreto 1767/1998; Medalla de la Junta General del Principado de fecha 16 de octubre de 1992; la Orden del Mérito Constitucional por Real Decreto 1385/1988 de fecha 18 noviembre de 1988; o la Cruz distinguida de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Asimismo, y en reconocimiento a su infatigable lucha por las libertades públicas y los derechos fundamentales de los ciudadanos y las ciudadanas y en defensa de la libertad y la democracia, a sus valores humanos, a su capacidad de esfuerzo y superación, y a su compromiso político y sindical, es por lo que el consejo de Gobierno, al amparo de lo dispuesto en la Ley del Principado de Asturias 4/1996, de 15 de mayo, reguladora de los Honores y Distinciones del Principado de Asturias, en su reunión de 28 de agosto de 2003, acuerda concederle, a título póstumo, la Medalla de Asturias, en su categoría de oro.Emilio Barbón falleció el 14 de junio de 2003 en su domicilio de Pola de Laviana, dejando un gran legado político y erigiéndose en ejemplo de compromiso ciudadano.

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